8 enero, 2020
Claves para evitar accidentes en el agua
El calor ya invita a zambullirse en la pileta o a disfrutar del río o del mar. Por eso es muy oportuno tomar algunas precauciones con los niños y adolescentes para evitar accidentes en el agua.
En esta nota, vamos a brindarles algunos consejos de seguridad para prevenir ahogamientos en piletas, en el río o el mar.
Consejos de seguridad para prevenir accidentes en la pileta
- La «noción del peligro», que es un conjunto de percepciones y aprendizajes que resguardan la integridad física de las personas, se adquiere alrededor de los 4 años. Esa es la mejor edad para empezar con las clases de natación, que suelen ser más efectivas cuando están a cargo de un profesor y no de un familiar.
- El contacto previo de los bebés con el agua, como ocurre con la matronatación, sirve para que el chico tome confianza con el agua y que aprenda a disfrutarla y a respetarla, pero no para que aprenda a nadar ni a mantenerse a flote. Además, puede generar en los padres una falsa sensación de seguridad sobre la relación del niño con el agua.
- La primera barrera de protección es la supervisión del adulto. Los niños deben ser vigilados con la mirada permanente mientras están dentro del agua o cerca de ella.
- Toda pileta DEBE contar con un cerco perimetral a modo de barrera física entre el niño y el agua. Contar con un sistema de puerta que cierre y trabe automáticamente optimiza la eficacia del cerco.
- Si tu hijo u otro niño desapareció de la vista, buscalos SIEMPRE primero en la pileta.
- Mantené el agua de la pileta transparente
- No dejes ningún objeto dentro del cerco de la pileta que atraiga la atención del niño.
- Si hay reuniones entorno a la Pileta usar la vigilancia segmentada de un adulto asignado a mirar a los niños dentro y alrededor de la pileta. Rotar la vigilancia cada 10/15 minutos. 👉
- En piscinas públicas cumplir con las normas en cuanto a saltos, juegos, correr fuera del agua y el cumplimiento de las normas de higiene.
Consejos de seguridad para prevenir accidentes en el río o mar
- En los arroyos, los ríos, las lagunas o el mar, la turbidez, los pozos de agua y la contracorriente actúan como «trampas» para los niños, ya que facilitan el desplazamiento del cuerpo al sumergirse e impiden reconocer rápidamente signos de agotamiento.
- Para ingresar en un espejo de aguas oscuras, recién a partir de los 8 o 10 años, un chico debe hacerlo caminado lentamente y de la mano de un adulto. Es conveniente hacer la primera inmersión con zapatillas livianas, para evitar lesiones.
- Si van a realizar actividades actuáticas como kayak, sky o moto de agua usar SIEMPRE chaleco salvavidas. El chaleco, incluido para los menores de 4 años, se debe comprar de acuerdo al peso y no a la edad de los niños. Debe mantenerlos a flote, con la cabeza fuera del agua; tener una abertura en el frente, con tres broches de seguridad como mínimo y una correa no extensible, que una la parte delantera y trasera por la ingle con un broche.
- Los expertos desaconsejan el uso de brazaletes inflables, colchonetas, cámaras de auto o los salvavidas circulares clásicos de las embarcaciones, porque no ofrecen ninguna garantía completa de seguridad.
- Es importante realizar un conocimiento de la zona de playas: Parámetros como presencia de mareas, temperatura, fondo, contaminantes, oleaje o corrientes son fundamentales para la supervivencia en caso de accidente y lo que es mejor: decidir cuándo y dónde bañarse.
- Nunca bañarse solo: está totalmente desaconsejado. Es casi obligatorio un acompañante en mar y otro en tierra que pueda avisar en caso de problemas.
- No alejarse de la orilla: para cualquier tipo de nivel de natación, lo más recomendable es nadar en paralelo a la orilla, a pesar de la corriente que pueda haber.
- Habituar el cuerpo a la temperatura del agua: Hay que mojarse al entrar en agua pero de una forma progresiva mojando primero las muñecas, los hombros, la nuca, la espalda y, por último, pecho y extremidades.
- En caso de notar mucho frío o dolor de cabeza, hay que salir del agua inmediatamente.
- Evitar comidas copiosas: Si tu cuerpo no está acostumbrado a entrar en el agua después de comer (muchos nadadores, monitores y socorristas sí lo están) es mejor esperar entre 2 o 3 horas antes de proceder al baño y, además, realizarlo de forma progresiva. Evitar también el alcohol en la medida de lo posible.
- Los niños pequeños siempre deben estar acompañados de un adulto. Si en el baño hay una persona mayor, también debe vigilarse ya que sus mecanismos de adaptación al medio son más inestables, o bien, pueden padecer alguna enfermedad que no sea compatible con un exceso de ejercicio físico.
- Considerar la bandera como un semáforo que permite o no el baño.
- No bucear ni realizar snorkeling si no se conoce a fondo sobre estas actividades. Si vas a hacerlo informate sobre mareas, corrientes, tramos y recorridos de embarcaciones, señalización acuática, algas, rocas y cuevas para evitar graves accidentes.
Atender todas las normativas e indicaciones en la zona de baño es primordial y la primera tarea que hay que hacer para comunicárselo al resto de la familia o acompañantes. De esta manera podremos evitar accidentes graves y disfrutar a pleno nuestras vacaciones.