Los desafíos virales son propuestas generalmente planteadas por líderes de opinión (también llamados influencers), famosos o youtubers, que tienen miles o hasta millones de seguidores en redes sociales. Se trata de una invitación a hacer algo tonto, extremo, arriesgado o doloroso, en la mayoría de las veces sin ningún tipo sentido. Cada persona que decide aceptarlo comparte en las redes sociales una foto o video con el desafío cumplido y una etiqueta o hashtag que lo identifica.

Para muchas personas cumplir con estos desafíos significa ganar popularidad, ser aceptadas en un grupo o simplemente “estar a la moda”.

Existen desafíos inofensivos, como por ejemplo: quedarse quieto como un maniquí, no pisar el suelo como si éste fuera lava o tirarse un balde de agua fría con hielo en la cabeza, entre otros. Aunque también existen otros desafíos que son peligrosos y pueden poner en riesgo la vida de las personas. Dentro de este grupo, podemos encontrar:

El desafío de la Ballena Azul: propone realizar cincuenta pruebas que concluyen con el suicidio de la persona que está jugando.

El desafío de la asfixia o Choking game: es un reto que consiste en provocar la asfixia hasta el desmayo de los participantes.

El desafío de la hoja blanca: consiste en ponerse una hoja blanca alrededor de la cintura para intentar entrar en el ancho de la hoja A4. Este desafío resulta muy perjudicial para quienes no logran cumplir con estos cánones e incita a enfermedades como la bulimia o la anorexia.

El desafío Fire Challenge: propone rociarse con alcohol y prenderse fuego.

El desafío Kiki Challenge: propone bajarse de un auto en movimiento mientras se filma y se realiza un baile.

El desafío de la canela: propone comer una cucharada de canela sin tomar agua. Este juego es muy peligroso para la salud porque puede comprometer el buen funcionamiento de los pulmones.

Balconing: Este desafío incita a lanzarse a una pileta desde un balcón o terraza.

Tide Pod Challenge: se trata de comer o morder cápsulas de detergente como si fueran dulces.

The Shell Challenge: consiste en comer cualquier alimento o producto con su propio envoltorio o cáscara. Como por ejemplo, un huevo o una naranja sin pelar.

Vodka en el ojo: propone ponerse vodka dentro del ojo para “emborracharse lo más rápido posible”. Este desafío puede provocar graves daños en la vista, entre ellas ceguera permanente.

Hot Water Challenge: consiste en arrojar agua hirviendo a alguien mientras esa persona está totalmente desprevenida, lo que puede provocar graves quemaduras.

Ice and Salt Challenge: consiste en poner sal en la piel para luego presionarla con hielo. La combinación produce una reacción química que hace descender la temperatura del hielo provocando quemaduras de segundo y tercer grado.

Muchos de estos desafíos pueden resultar en daños físicos y psicológicos, suicidio o muerte accidental de los participantes.

¿Cómo puedo proteger y cuidar a las niñas, niños y adolescentes de los desafíos virales peligrosos?

Lo más importante es conversar con ellos y alertar sobre los peligros que representan los desafíos virales que surgen en internet y las consecuencias que pueden tener en su integridad física y en la de otros pares. Asimismo, explicarles que tenemos responsabilidades como usuarios al momento de navegar por la red y que tienen que ser conscientes de no reenviar este tipo de acciones dañinas.

Desde el lado tecnológico, los especialistas en ciberseguridad recomiendan configurar los controles parentales de Internet y todas redes sociales para evitar que los menores puedan ver contenidos peligrosos, como así también configurar la privacidad en todos los dispositivos.

En el caso de detectar un desafío viral peligroso se recomienda alertar y denunciar en la fiscalía más cercana al domicilio.