La inseguridad es una de las mayores preocupaciones de la sociedad. Anualmente, se estiman alrededor de 416 mil robos a la vivienda. Conocer las tácticas y cómo entran a robar los ladrones en las casas te puede ayudar a protegerla de la mejor manera y minimizar las probabilidades de ser una víctima más en las estadísticas.

Los factores que precipitan un robo en el hogar son varios: el nivel de protección de las casas, la criminalidad de la zona y la oportunidad.

En orden de incidencia, los ladrones entran a robar en las casas por los siguientes accesos:

• Puerta principal.
• Puerta del garaje.
• Ventanas
• Terrazas

 

¿Cómo proteger nuestro hogar?

Es importante proteger cualquier acceso que tenga la casa, aunque hay que prestar especial atención a la puerta principal y a la puerta del garaje. Para ello contamos con dos grandes aliados: puertas y portones de seguridad.

Las puertas de seguridad están elaboradas en un material de calidad tan resistente como el acero. Además, el diseño de cada modelo es totalmente personalizado de tal forma que no existen dos puertas iguales, sino que se fabrican siguiendo las características individuales de cada proyecto. Vienen reforzadas con pernos y bisagras de acero, lo que eleva el nivel de fortaleza y la calidad de la puerta, sumando un valor añadido al objetivo de la seguridad.

El garaje no sólo es otro punto de entrada a la vivienda, además, suele guardar un elemento valioso: nuestro auto. Por eso portón de seguridad puede ser una excelente opción para aumentar la seguridad de nuestro hogar. Entre sus ventajas, podemos destacar:

• Tienen mayor espesor que los portones normales.
• Están reforzados por estructuras de barras de acero.
• Poseen mecanismos específicos contra intrusión.

 

¿Con qué técnicas entran a robar los ladrones en las casas?

Las técnicas más utilizadas por los ladrones para entrar a robar en las casas son:

• Bumping.
• Resbalón.
• Ganzúa.
• Magic Key.

 

Todas estas medidas consisten, de algún u otro modo, en manipular la cerradura de una puerta. Te contamos las diferencias entre cada una.

Método bumping: utiliza una “llave bump” que golpea dentro del cerrojo para abrir una puerta sin forzarla. Se requiere cierta pericia para llevarlo a cabo aunque con varios intentos es posible abrir cualquier puerta que no tenga seguridad anti-bump.

Resbalón: Hace uso de una lámina de plástico o radiografía. Apenas hace ruido y no deja rastros evidentes de manipulación. Su uso se extiende hasta el 60% de los robos en la actualidad, aunque no es la opción más efectiva para abrir una puerta.

Ganzúa: La ganzúa es una herramienta manual bastante antigua y, probablemente, la que se lleva utilizando más tiempo. Se trata de la herramienta que utilizan muchos cerrajeros para realizar su trabajo y, por tanto, es necesario tener conocimiento profesional y bastante experiencia para utilizarlas. Sin embargo, con algo de paciencia, puede ser uno de los métodos más efectivos.

Magic Key: Se trata de un objeto similar a la ganzúa que al entrar en la cerradura simula a la llave original. No deja rastro ni señales de manipulación.

Impresioning: Este método es uno de los más creativos y es posible efectuarlo de varias maneras. Para resumir, consiste en conseguir un “calco”  de la llave original.

¿Cuánto tiempo tardan en entrar a robar los ladrones en las casas?

Se estima que los ladrones pueden tardar entre 21 y 30 minutos en cometer un robo en una casa. Evidentemente, es posible tardar menos o más según la pericia del asaltante. No obstante, los tiempos que se estima que el ladrón utiliza en cada paso del robo son:

• Entrar en la casa: 3 a 5 minutos.
• Cometer el robo: 15 a 20 minutos.
• Escapar con el botín: 3 a 5 minutos.

 

¿Cuándo entran a robar los ladrones en las casas?

Pese a la extendida creencia popular de que la noche es más vulnerable, es más común que los ladrones entren a robar en las casas de día: Sólo el 30% de los robos se producen por la noche.

Es importante destacar que la mayoría de los robos que se cometen no son planeados. Esto suele deberse a que los ladrones detectan un punto débil y se aprovechan de él en el momento. De este modo, tan solo el 10% de los asaltos a domicilios son planeados frente al 90%, que son improvisados.

En definitiva, una casa bien protegida es sinónimo de bienestar. Los robos son situaciones imprevistas que esperemos nunca lleguen a afectarte. Pero el hecho de contar con la protección de una puerta preparada para hacerles frente a los ladrones se traduce en mayor tranquilidad, para vos y para tu familia.