6 marzo, 2019

¿Cuán seguro es ir al colegio?

Muchos son los actores que deben comprometerse para garantizar la protección de los alumnos. Autoridades públicas, instituciones educativas, empresas de transporte escolar y padres tienen que adoptar medidas para contribuir con la seguridad escolar.

Comienza un nuevo año lectivo y con él se despierta una de nuestras mayores preocupaciones: la seguridad escolar. A la hora de proteger su integridad, la comunidad entera debe involucrarse. Incluso, los propios alumnos tienen que conocer los riesgos existentes y las formas de prevenirlos.

Las autoridades públicas

  • Deben existir mecanismos estables de comunicación entre las instituciones de seguridad pública y privada, y las instituciones educativas.
  • Contribuir con la seguridad en los ingresos al centro educativo.
  • Asegurar que las calles de acceso al establecimiento estén  señalizadas con carteles de “despacio escuela”.
  • Fomentar campañas de tránsito, para evitar accidentes.
  • A las empresas que abran zanjas o pozos cerca de la escuela, exigirles que los vallen y que los señalicen.

 

Los establecimientos educativos

Las normas

  • Contar con un profesional responsable de la seguridad integral del centro educativo.
  • Establecer una red de comunicación con los alumnos, los padres de familia y las autoridades de seguridad, para usar en caso de crisis.
  • La escuela debe contar con los sistemas de seguridad preventiva necesarios, tales como circuitos cerrados en zonas sensibles y marco de detectores de metales en los ingresos.
  • Prestar especial atención a los vehículos sospechosos que se encuentren rondando el colegio.
  • Todo visitante que ingrese a un centro educativo debe estar registrado y pasar por un control.
  • Registrar a todas las personas que brinden algún servicio en los alrededores del colegio; todo aliado es útil en seguridad.
  • Fomentar charlas de seguridad preventiva entre los padres de familia, con el propósito de fortalecer su capacidad en seguridad preventiva.
  • Realizar como mínimo dos simulacros de incendio al año para entrenar a los alumnos y a los docentes ante una emergencia.

 

Las condiciones materiales

Las áreas de esparcimiento:

  •  No debe haber plantas peligrosas, ni vidrios o aristas cortantes, ni árboles fáciles de trepar, ni tablas indebidamente cortadas utilizadas como escalones.
  •  Los juegos (hamacas, toboganes, etc.) deben revisarse periódicamente, para detectar si hay astillas, clavos o roturas.

 

Las escaleras:

  •  Deben tener barandas de 0.90 m de altura y barras verticales intermedias para evitar el paso de una persona.
  •  Todos los escalones deben ser iguales y tener una franja antideslizante en su borde.
  •  Como máximo debe haber 10 escalones entre los descansos.
  •  Ninguna puerta debe abrirse hacia los descansos de las escaleras.

 

Los pasillos:

  •  Tienen que estar bien iluminados y despejados: deben quitarse todos los materiales o muebles que obstaculicen el paso.
  •  Hay que usar productos limpiadores que no los dejen resbaladizos.

 

Las aulas:

  •  Las puertas deben tener mirillas trasparentes para evitar golpes.
  •  Las ventanas deben contar con mecanismos de cierre de acceso difícil para el alumno, y vidrios bien fijados y del espesor adecuado.
  •  Los enchufes deben estar instalados a una altura suficiente, empotrados, aislados y tapados.
  •  Los cables eléctricos deben estar tendidos por conductos empotrados y protegidos, o por bandejas.
  •  Las aulas tienen que estar limpias y en orden. Para evitar tropiezos, las mochilas, los libros o los materiales escolares se deben apoyarse en el piso.
  •  Los muebles tienen que estar en buenas condiciones, sin aristas afiladas, clavos salientes o astillas.

 

Los padres

  • Es esencial que los padres conversen con sus hijos sobre los riesgos que hay y cómo evitarlos. Niños y jóvenes tienen que comprender que deben:
  • ser reservados respecto a ciertos datos familiares (negocios, viajes, asuntos de dinero) y evitar brindar cualquier información a desconocidos.
  • rechazar subir a autos de extraños, así como acompañar a personas desconocidas.
  • movilizarse en grupos de tres como mínimo y, preferentemente, acompañados por un adulto.
  • Registrar a las personas responsables de retirarlos del colegio.
  • Variar la ruta para llevar y para traer a sus hijos al colegio.
  • Reevaluar los sistemas de seguridad con los que protegen el hogar y contar con alguna palabra clave familiar que puedan usar en caso de emergencia.
  • Si un miembro de la familia es víctima de algún delito, hacer la denuncia de inmediato en una comisaría.
  • Si se contrata transporte escolar:

– Verificar la confiabilidad del servicio. Solicitar al conductor sus antecedentes laborales, su licencia de conducir, su domicilio, y averiguar si el vehículo es propio.

– Exigir que el transporte cuente con instrumentos de seguridad, tales como cinturón de seguridad, matafuegos y botiquín.

– Explicarle a sus hijos que deben esperar el micro escolar dentro del domicilio y no en la vía pública.

 

Los conductores de transporte escolar deben:

  • Ser chóferes de experiencia en este tipo de transportes.
  • Conocer las rutas, los centros de emergencia y las comisarías.
  • Tener siempre dos rutas alternativas de recorrido y variarlas.
  • Contar con celular y números de emergencia.
  • Quedarse dentro del vehículo en el momento de buscar a los alumnos, para no perder capacidad de reacción en caso de emergencia. Asimismo, si al conducir encuentra obstáculos en el recorrido, procurar evitarlos sin bajar del vehículo.
  • Si chocan el vehículo levemente por detrás, no bajar inmediatamente; en cambio, observar la reacción de los responsables del incidente y estar precavido para salir con rapidez si se tratara de una trampa.
  • Al llegar o salir del colegio y durante el trayecto, estar atentos al entorno (personas o vehículos extraños sin placas o con vidrios polarizados).
  • No retirarse hasta que el alumno haya entrado a su casa.
  • Mantener el tanque de combustible abastecido, para evitar tener que frenar en una estación de servicio con los niños dentro.
  • Tener el vehículo en perfectas condiciones mecánicas.
  • Ser reservados sobre las personas que llevan.


Mirar para el costado o delegar en terceros la seguridad escolar de los alumnos es un grave error. Resguardar a nuestros ciudadanos más jóvenes para que puedan estudiar tranquilos es tarea de todos.

 

Fuentes consultadas: