Cuando hablamos de tipos de robo, la clasificación se puede resumir en dos modalidades bien diferenciadas: el robo planificado y el robo oportunista.

Se trata de un robo planificado cuando los agresores conocen detalles internos de sus víctimas, como los horarios, el poder adquisitivo, rutinas, los sistemas de seguridad instalados en su vivienda o comercio, expectativa de botín asegurada, entre otros.

En cambio, el robo oportunista es el que ocurre sin planear, cuando el delincuente elige una víctima al azar, ya sea por descuido de la misma o porque vio una oportunidad de fácil accionar para ingresar a una vivienda. Este tipo de robos es más habitual, se estima que en un 80% de los casos.

¿Cómo protegerse contra el robo planificado?

El robo planificado se atribuye a delincuentes de bandas organizadas que observan, analizan y planifican la intrusión en el horario más favorable para tener éxito. La atractividad para cometer el delito es generada por la expectativa de botín, la cual es previamente conocida por los agresores.

Hasta hace pocos años, este robo planificado era típico en viviendas de alto lujo, en barrios privados y a personas conocidas por su actividad profesional exitosa o por su vida pública. Sin embargo, ya se aprecia en las estadísticas de robo que es creciente la cantidad de robos planificados en viviendas no tan ostentosas. El importe sustraído es de cifras elevadas, dado que la víctima suele disponer de joyas y dinero en efectivo.

La primera línea de defensa contra un robo planificado será un cambio de hábitos y el control de la información que damos sobre nosotros, ya sea en redes sociales, a personal interno que trabaje en el domicilio, conserjes, proveedores clientes y desconocidos.

Posteriormente, hay que considerar que los agresores destinarán los recursos necesarios para perpetrar el robo y solo serán disuadidos cuando la vivienda tenga un nivel de protección alto, en el que confluyan diferentes sistemas como puertas de seguridad, alarmas, cámaras de vigilancia, entre otros. Si la vivienda no está lo suficientemente protegida, el delincuente profesional no será disuadido.

¿Cómo protegerse contra el robo oportunista?

El delincuente oportunista prefiere robos de fácil acción, de baja sanción punitiva en caso de detención y no le importa tanto el botín: sabe que en una vivienda «algo» de valor encontrará. La tentación para cometer un robo oportunista en una vivienda se genera cuando convergen la facilidad de acceso, desocupación del lugar y un tiempo de intervención policial superior a 15 minutos.

El delincuente oportunista no suele desplazar herramientas sofisticadas y no suele asumir ciertos riesgos de notoriedad. La prevención radica principalmente en las acciones personales que tomemos, entre las que podemos enumerar:

• Simulación de presencia cuando no estamos en casa
• Comportamiento prudente al entrar y salir
• No exponer información delicada en redes sociales o en Internet.
• Contar con protección como puertas de seguridad, rejas y buena iluminación.

Ya sea un robo oportunista o planificado, el daño emocional para la víctima es siempre elevado y afecta durante un largo tiempo, dependiendo de la capacidad emocional de la víctima y de la familia. El impacto patrimonial dependerá de los valores que guarde en su vivienda.

Sufrir cualquiera de estos delitos contra la propiedad en nuestra vivienda puede ser una experiencia sumamente desagradable, por eso resulta esencial la prevención. Contar con una puerta de seguridad es la primera barrera contra los diferentes tipos de robo, porque:

• Están fabricadas a medida, en un material tan resistente como el acero.
• Además de ser seguras y estéticas, dan la imagen de una casa acorazada y difícil de violentar.
• Su proceso de instalación es sencillo, rápido y eficaz.
• Sus cerraduras durables soportan el uso frecuente.
• La llave es única, tal como la puerta hecha a medida. Por eso, no existe riesgo de copia.
• Cuenta con refuerzo interior para elevar el nivel de fortaleza; cada pieza suma un valor añadido al objetivo de la seguridad.

Vivir en un hogar protegido es la mejor inversión que podemos hacer por nosotros y por nuestra familia.