2 marzo, 2020
Se acerca el inicio de un nuevo año escolar. Compartimos algunas recomendaciones para proteger a los chicos de hechos delictivos o de violencia, dentro y fuera de los establecimientos educativos.
Consejos básicos de seguridad
– Converse con su hijo acerca de los riesgos a los que están sujetos en la vía pública. Insista en que rechacen subir a automóviles de extraños, así como acompañar a personas desconocidas o hablar con ellas. La información es importante para prevenir los delitos de los que podrían ser víctimas.
– Si el niño está en primaria, registre los datos de la persona responsable de retirarlo del colegio, en caso de los padres no puedan hacerlo.
– Organícese con varios padres para llevar por turnos durante la semana a los chicos al colegio, variando las rutas y, en lo posible, los horarios.
– Si sus hijos son adolescentes y ya se movilizan por su cuenta, recomiéndeles hacerlo en grupo de mínimo 3 y, preferentemente, acompañados por algún adulto.
– Oriente a su hijo a no brindar ningún tipo de información a sus compañeros de colegio o profesores sobre temas íntimos de la familia (negocios, viajes, asuntos de dinero).
– Aconsejamos el uso de alguna palabra clave familiar para utilizarla en caso de emergencia.
– Si su hijo es víctima de algún delito, es importante que observe las características físicas y de los vehículos de los delincuentes. Esta información es clave para la investigación de la policía. Realice la denuncia de inmediato.
Si contrata a un ómnibus escolar
– Solicite al conductor sus antecedentes laborales, licencia de conducir, verifique si la movilidad es propia y verifique in situ su domicilio.
– Exija que la movilidad cuente con implementos de seguridad, tales como extintor y botiquín.
– Que su hijo espere la movilidad escolar dentro del domicilio o escuela y no en la vía pública.
Los conductores de movilidad escolar deben:
– Ser chóferes de experiencia profesional en este tipo de transporte
– Conocer las rutas y los centros de emergencia, comisarías y centros de salud
– Contar con equipos de comunicación y números de emergencia
– No retirarse hasta que el alumno ingrese a su domicilio o al colegio
– Mantener el tanque de gasolina abastecido, evitando reabastecerlo con los niños dentro del vehículo.
– Mantener el vehículo en perfectas condiciones mecánicas.
– Evitar bajar del vehículo en el momento de recoger al escolar, ya que esto quitaría capacidad de reacción en caso de una emergencia.
– Al llegar o salir del colegio y en el trayecto, estar atento a su entorno (personas o vehículos extraños).
– Mantener reserva sobre los nombres y domicilios de los niños que lleva en su movilidad.
– Tener siempre dos rutas alternativas de recorrido, variándolas en forma aleatoria.
– Muy importante: llevar un celular y tener agendado los números de la Policía y de los padres de los niños que transporta.
Consejos de seguridad para el centro educativo
– El establecimiento deberá contar con un profesional o empresa responsable de la seguridad integral dentro del centro educativo.
– Dedicar especial atención a los vehículos sospechosos que se encuentren rondando el colegio.
– Crear un mapa de situación geográfica del colegio y alrededores.
– Deberá registrar a los vendedores y demás personas informales que brindan algún servicio dentro del colegio.
– Deberá promover charlas de seguridad preventiva entre los padres y familias con la finalidad de fortalecer y potenciar la seguridad preventiva.
– Realizar, como mínimo, dos simulacros de incendio y evacuación al año.
– Deberá contar con los elementos, sistemas y equipos de seguridad preventiva necesarios, tales como alarmas de incendio, extintores y otros sistemas de seguridad ante accidentes.
– Iniciar campañas de tránsito para proteger la vida de los escolares al cruzar las calles o al subir a un vehículo o transporte público.
– Realizar operativos para detectar la venta de sustancias nocivas y drogas cerca de las escuelas.
– Apoyar con personal de seguridad la entrada y salida de los escolares.
Se recomienda establecer una red de comunicación con los alumnos, los padres de familia y las autoridades de la escuela. Para enfrentar los fenómenos delictivos y de violencia, hay que asumir una cultura de prevención como norma de convivencia entre las familias de los escolares y el establecimiento educativo.