Las vacaciones de invierno representan un momento de relajación para los más chicos y adolescentes. Sin embargo, también representan un aumento en la vulnerabilidad y los peligros.

La nula percepción del riesgo, sobre todo en la etapa de la pre adolescencia y adolescencia, abren camino a posibles situaciones de inseguridad. Es importante, como adultos, inculcarles la cultura preventiva y animarlos a que no piensen “a mí no me va a pasar”, introduciendo algunas medidas de seguridad para su protección.

Compartimos algunas recomendaciones.

– Nunca deje a niños pequeños solos en la vía pública.

– Si es imperativo dejarlos solos en la casa notifíquelo a sus vecinos o a una familiar de confianza. Recuérdeles que nunca deben decirle a ninguna persona, ya sea por teléfono o a desde el interior de la vivienda, que están solos.

– Enséñeles a mantener las puertas y ventanas cerradas y a no permitir jamás el acceso a extraños.

– Edúquelos para que sepan el nombre completo de sus padres y teléfonos (inclusive de los abuelos) y cómo contactar a la policía o a un vecino en caso de emergencia.

– Sepa donde se encuentran sus hijos todo el tiempo. Es importante que nunca salgan sin permiso. Sepa dónde se reúnen frecuentemente y quiénes son sus amigos. Mantenga una lista de nombres, de direcciones, y de números de teléfono de los amigos y padres de sus hijos.

Si van de paseo a la plaza, utilizar áreas de juego donde las actividades recreativas estén supervisadas siempre por adultos y donde la protección policial se encuentre disponible.

– Dígales a sus hijos que nunca le brinden a desconocidos su nombre ni su dirección.

– Es importante enseñarles que nunca acepten comida o bebidas de un desconocido. Tampoco ningún tipo de obsequio.

– Para evitar posibles situaciones de abuso sexual, asegúrese de que sus hijos comprendan que los adultos “no guardan secretos” con los niños. Mantenga buen acceso y comunicación con sus hijos y asegúrese que éstos les hablarán sobre cualquier situación con un adulto con la que se sienten «incómodos».

 – Coloque una lista de los números de donde usted trabaja y los números de emergencia cerca del teléfono. Asegúrese que sus hijos sepan que deben mantener la línea telefónica libre en caso de que usted tenga que llamar.

– Pida que su hijo lo llame cuando llegue a su destino o al regresar a casa.

– Recuérdeles que no le informen a ninguna persona (amigos, conocidos, etc.) sobre dinero, joyas u otros bienes materiales que tengan en la casa o sobre las actividades íntimas de la familia.

– Recomiéndeles ir a un comercio y pedir ayuda, en caso de que sientan que están siendo perseguidos por un extraño.

– Enséñeles que no deben subirse al auto de extraños y a no dejarse acompañar por desconocidos a ningún lugar.

Nuestra labor como padres es protegerlos y sobre todo, enseñarles a evitar riesgos. Para ello, la mejor medida es información + prevención. 

Fuente: http://www.forodeseguridad.com/